El árbol genealógico también se poda.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado o hemos analizado sobre nuestra historia familiar?
Es de vital relevancia, más que preguntarnos, el analizar nuestra historia familiar, ya que de ello se derivan muchas de las respuestas al porqué de nuestros comportamientos o actitudes ante las situaciones que suceden en nuestras vidas.
Si bien sabemos, la familia juega un papel muy importante en la sociedad, no es únicamente el núcleo cercano con el que tenemos contacto o las personas que nos brindan un espacio seguro, sino también es como lo hemos escuchado en muchas ocasiones "nuestra primera escuela", pero, ¿Qué tan cierto es para todos esta frase?
El conocer mi historia familiar va más allá de identificar las personas que la conforman, va ligada estrechamente a un conjunto de antecedentes que indiscutiblemente se reflejan en nuestro diario vivir y que en definitiva nos retan a decidir si los replicamos o los eliminamos.
Hemos escuchado o leído muchas veces: " El árbol genealógico también se poda", Y es que efectivamente más que una metáfora debería ser nuestra realidad, aplicarlo en definitiva a nuestra vida y poder tener las herramientas necesarias para llevar una vida plena.
Para poder hacer un verdadero análisis podemos profundizar en estos seis puntos:
- Revelando: Ser plenamente consientes de que muchas de las situaciones que experimentaron nuestros antepasados deben traerse al presente para enfrentarlas y librarnos de lo que en muchas ocasiones genera conflictos personales, familiares y emocionales.
- Comprendiendo: Sí, aunque parezca trillado, el comprender que existen programaciones a nivel familiar, patrones que por generaciones se repiten sin saber por qué o incluso historias familiares nos llevan a entender un poco más el comportamiento familiar y personal de cada uno de los miembros.
- Respetando: No es solamente comprender la palabra con un significado que ya está de más explicarlo, sino trayendo a nuestra mente las personas que ya no están con nosotros, pedir su guía y sabiduría para poder mantener las tradiciones que heredaron siempre y cuando sean sanas, nos hagan crecer como personas y familia.
- Siendo conscientes: Como lo comenté anteriormente, es importante identificar cuáles son los aportes culturales y sociales que forman cada una de nuestras familias, si bien es cierto, el mantener las tradiciones y conservar las costumbres es una premisa de casi todas las familias, no debería ser de forma obligatoria si mi integridad como persona o mis valores se ven comprometidos.
- Entendiendo: Entendiendo, sí entendiendo... al aceptar que tengo una herida y sanarla, no solamente lo estoy haciendo conmigo, también estoy incluyendo a mi familia en el proceso, esto debido a que cuando decido que no quiero repetir la misma historia, no quiero traer los mismos problemas, y muchas otras situaciones estoy frenando que muchas de las heridas, abusos, acaben, es necesario sanar, crecer, evolucionar a nuestra mejor versión.
- Reescribiendo: ¡¡Qué oportunidad tan maravillosa tenemos!! Reescribir nuestra historia, el ver el lado oscuro o la sombra de nuestro árbol es muy necesario, pero es más necesario, requiere más valor y fortaleza, apartarnos de ello, de lo que nos daña, de lo que no nos permite crecer. Seamos quienes hagamos la diferencia en nuestra familia al tomar una hoja en blanco y escribir de una forma distinta nuestra historia.
Qué importante es tomar en cuenta el pasado. Viniendo de una familia que, si uno buscara la definición de "familia disfuncional" en el diccionario, probablemente mostraría la foto de la mía, puedo argumentar la importancia de las afirmaciones expuestas en este blog. Un día, sin saber por qué, comencé a sentirme triste, como si algo me faltara, también muy cansado y con ganas de llorar. Al ir a la psicóloga, le comentaba que, a pesar de ser exitoso en mi vida y en mi trabajo, no me sentía bien. La profesional en psicología, experta en psicoanálisis, me hizo recordar todo mi pasado, ese pasado que había bloqueado debido a las experiencias traumáticas de mi niñez, las torturas y los abusos, abriendo muchas heridas que sanaron y otras que aún buscan sanar.
ResponderBorrarAl ver en perspectiva lo que pasó, puedo decir que las experiencias traumáticas de la niñez se almacenaron en el inconsciente, ocultando en la memoria todas esas experiencias, lo cual me estaba haciendo somatizar todos esos sentimientos en situaciones de tristeza, cansancio y malestar. El recordar mi pasado y tener que lidiar con mi vida desde que la olvidé, me hizo sufrir mucho por todo lo que me pasó, pero eventualmente, ese "insight" me sirvió para decidir qué quería hacer con mi "familia". La mejor decisión fue perdonar, pero también olvidarlos, pues aceptar no es lo mismo que tolerar. Y si quieres vivir lo mejor que puedas, la poda del árbol genealógico es una actividad necesaria para todos los seres humanos.
¡Hola! Excelente reflexión sobre la importancia de analizar nuestra historia familiar. Entender y sanar nuestras heridas no solo nos beneficia a nivel personal, sino que también contribuye a romper ciclos generacionales y a crear un entorno más saludable para la familia en su conjunto. La oportunidad de reescribir nuestra historia es, sin duda, un acto valiente y transformador. Cambiar la narrativa, aprender de las sombras del pasado y construir un futuro más positivo es un regalo que nos damos a nosotros mismos y a las generaciones venideras.
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